Este establecimiento rural, estratégicamente dividido en parcelas inmobiliarias de 2.1 a 3.8 hectáreas cada una, no solo ofrece un próximo corte de eucaliptus con un valor proyectado de U$S 200,000 en 7-8 años, sino también una serie de beneficios impositivos significativos. Desde la exención de impuestos inmobiliarios rurales provinciales hasta la liberación de ingresos brutos, ganancias y patrimonio, este terreno brinda un atractivo paquete fiscal. Esta versatilidad se potencia con 11 hectáreas de aptitud productiva excepcional para el desarrollo frutícola, diversificando aún más las oportunidades. Su proximidad a ciudades principales en la costa atlántica y al mar añade un atractivo especial, sugiriendo posibilidades emocionantes para proyectos inmobiliarios.

En este entorno único, la visión va más allá de un simple campo; se presenta como una plataforma para inversiones inteligentes y proyectos innovadores que capitalizan tanto en la cosecha de eucaliptus como en la agricultura frutícola, respaldados por ventajas impositivas y una ubicación estratégica que invita a la creación de destinos inmobiliarios excepcionales.